El dolor de oídos puede deberse a diferentes causas, pero las más comunes son:
Otitis Externa: Es una inflamación de la piel que cubre el conducto auditivo externo. Esta inflamación puede ser resultado de las siguientes causas:
Alergia (eczema). En esta condición se presenta comezón (prurito) y descamación de la piel con enrojecimiento. Aunque el agente que produce la alergia es inexacto, generalmente hay otros lugares del cuerpo con alergia. Se ha encontrado a personas alérgicas a las levaduras (presentes en cerveza, vinagre, yoghurt) con mayor incidencia de este tipo de Otitis.
Caspa, generalmente en pacientes que ya tienen caspa en el cuero cabelludo. La Caspa, ó dermatitis seborréica, es producida por un tipo de hongo en las capas inferiores de la piel. Si existe una sobreinfeccion bacteriana, se torna dolorosa.
Infección producida por:
A. Hongos, por ejemplo los del tipo Aspergillus, que dejan ver manchas blancas ó negras según sea el subtipo del hongo. Esta infección se trata con aseo cuidadoso por un especialista y aplicación de un antibiótico seleccionado para el subtipo del hongo encontrado a la exploración. Estos hongos crecen por la humedad retenida después de un baño, ó a partir de un cuerpo extraño (piedras, cristales, semillas etc.)
B. Bacterias. Por contaminación durante el rascado ó limpieza con cotonetes sucios u otros instrumentos. También puede ser secundaria a un cuerpo extraño ó los auriculares del “walkman” contaminados. Hay dolor, hinchazón de la piel con enrojecimiento y a veces hay secreción cristalina ó con pus. Todo esto dificulta la audición normal. El tratamiento consiste en la aplicación de un antibiótico bajo microscopio, así como un antibiótico oral. En personas diabéticas se debe atender como una urgencia.
C. Virus. Aunque son más raros, si esto sucede, se presenta la posibilidad de un herpes ótico (Síndrome de Ramsey–Hunt). El paciente experimenta dolor intenso de tipo ardoroso, pudiéndose acompañar de otros síntomas neurológicos en la cara, pues en este caso, el virus se alberga en las raíces nerviosas. El tratamiento incluye observación estrecha por el especialista y un antivírico, además de anestesia local para disminuir el ardor.
4) Irritación Química: por el uso de gotas para “deshacer” cerumen (cerilla), ya que contienen elementos cáusticos y en ocasiones producen quemaduras superficiales de la piel del conducto en personas muy sensibles. Cualquier químico que caiga en el conducto auditivo puede producir esta irritación (cloro del agua de alberca, tinte de pelo, spray para el pelo etc).
En cualquiera de estos tres casos hay mucho dolor al tacto del pabellón auricular, y salida de secreción purulenta (pus) a través del oído. La exploración por un especialista es básica para establecer el posible origen de la infección, e iniciar el antibiótico más apropiado para cada caso. Es posible que se tengan que hacer curaciones una ó dos veces por semana, ó que se tengan que aplicar un material que retenga las gotas y a su vez evite que las paredes del conducto se obliteren en su totalidad.
CUERPOS EXTRAÑOS
Esto se refiere a cualquier material, instrumento, semilla, insecto etc que se introduzca en el conducto auditivo externo sin salir, obliterando la piel del conducto, y produciendo inflamación con ó sin infección. En el caso de insectos, sugerimos aplicar aceite de bebé ó agua para inmovilizarlo y que no cause más daño, seguido de la extracción bajo microscopio en nuestro consultorio. Es de suma importancia que el paciente no se manipule el oído a ciegas, pues no solo se podría introducir más el cuerpo extraño en cuestión, sino que hay altas posibilidades de traumatismo timpánico, con consecuencias más graves como las perforaciones timpánicas.
Otitis Media
Es la inflamación del oído medio secundaria a: infección por virus ó bacterias, Barotrauma (efecto de vacío sobre la mucosa) después de exponerse a cambios de altura ó viajar en avión, obstrucción de la trompa de Eustaquio (canal de drenaje a la faringe) por alergia, catarro, sinusitis, barotrauma etc. Esta inflamación puede producir la acumulación de moco ó suero sin infectarse, en cuyo caso se denomina Otitis Media Serosa. Generalmente después de algunos días ó semanas se agrega una infección por la contaminación de este líquido, cambiando a la categoría de Otitis Media Purulenta, la cual tiende a progresar con perforación timpánica produciendo un grado alto de dolor agudo y fiebre, acompañándose en ocasiones de mareos ó vómitos. Esta última es una condición moderadamente grave, que hay que tratar en forma urgente con antibióticos, anti-inflamatorios y quizás drenaje quirúrgico. En ocasiones se requiere la aplicación de un tubo de ventilación para permitir el drenaje contínuo. Estas infecciones fueron tratadas por mucho tiempo con antibióticos derivados de la penicilina. Sin embargo, debido a la gran resistencia bacteriana por automedicación, el antibiótico seleccionado debe incluir los agentes farmacéuticos más modernos capaces de combatir dicha resistencia. En nuestra consulta, recibimos actualización contínua sobre los antibióticos más nuevos y efectivos para cada paciente en particular. Se aconseja no aplicar gotas óticas que puedan dar lugar a confusión del cuadro clínico. En todo caso, tome un analgésico común y aplique un poco de calor local seco con una linterna a 30 cm. del oído para ayudar a desin
Otras causas de dolor de oídos
PREVENCIÓN:
No introducir instrumentos en los oídos.
No usar cotonetes.
No aplicarse gotas para deshacer cerilla.
Secar los oídos después del baño con la toalla doblada hasta donde tope en la concha del oído, pero por ningún motivo introducirla en el conducto.
Después de sumergirse en una alberca, aplicar dos o tres gotas de Protecto-ido de venta en cualquier farmacia de México.
Si se sospecha un tapón de cerumen ó un cuerpo extraño, acudir al especialista y no manipular usted mismo su oído con instrumentos.
No se limpie los oídos todos los días: el cerumen (cerilla) tiene un efecto protector.
Si usted tiene un dolor de oídos y no sabe qué hacer, lo primero que debe hacer es NO tocarse, tomar un analgésico y ser revisado por un médico. Nuestro consultorio cuenta con equipo y personal especializado para ayudarle. Para pedir cita, llame en Monterrey México al (81) 8335 3256.